Lamentablemente la obesidad y la diabetes son dos enfermedades relacionadas entre sí, a tal punto que una de ellas puede ser causa y consecuencia de la otra. Cuando eres diabético y aún así sigues subiendo de peso, es importante saber por qué sucede.
La insulina es una hormona, segregada por el páncreas, que permite la utilización de la glucosa proveniente de los alimentos. Cuando esta hormona está en muy bajas concentraciones o no existe, es necesario adquirirla a través de inyecciones de insulina o hipoglucemientes orales.
Supuestamente la insulina o los hipoglucemiantes orales no deberían generar un aumento de peso, ya que permite utilizar la glucosa adecuadamente.
Una de las posibles causas es que tanto la obesidad, como la diabetes y la hipertensión estén produciendo un síndrome llamado síndrome metabólico o síndrome X. En este tipo de situaciones, la sumatoria de factores de riesgos (obesidad, presión alta y diabetes), producen un desorden metabólico en el cual la insulina no es utilizada adecuadamente, por ende no permite que la glucosa sea usada normalmente por el organismo. De esta forma la glucosa se deriva a la formación de tejido adiposo y como resultado aumentas de peso.
Ten presente que esta puede ser un factor que puede contribuir en el aumento de peso, pero también puede influir la falta de actividad física y una dieta que no acompañe adecuadamente el tratamiento.
La mejor forma de determinar la verdadera razón de tu aumento de peso es consultando a tu médico para que él, a través de diversos estudios, investigue y determine la real causa de tu obesidad.
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